Ciudades inteligentes

El vocablo en ingles “Smart” se ha traducido mal, se cree que significa “inteligente” debido a los Smart phones, o teléfonos inteligentes; en realidad el significado de esta palabra es, en este caso, inteligencia unida a destreza.

En los últimos meses me he dado a la tarea de leer, tanto artículos como apartes de algunos libros sobre el tema, y trato de ver cuál es el eje central para generar “ciudades inteligentes” y que se pueda de una vez por todas aplicar a Cartagena.

En resumen, he encontrado que casi todos hablan de sistemas verticales, cerrados y abiertos para el manejo de los servicios públicos esenciales. Y casi todos convergen que lo más importante es la información.

Si bien la información es fundamental, en mi opinión no es lo más importante.

El fenómeno de la rápida concentración urbana, el crecimiento y la superpoblación de la urbe se está volviendo un problema casi caótico que obliga a generar soluciones inteligentes; no veo cómo hacer ciudades inteligentes (Smart cities) sin generar ciudadanos inteligentes. (Smart citizens)

Queremos que un solo sistema, como cita Miguel Allen en larepublica.co, que logre articular todo lo público y facilitarle la vida y la seguridad a los ciudadanos, como lo ha conseguido la ciudad de Cascais cerca de Lisboa en Portugal. Pero, ¿Cómo hace el sistema de transporte para la movilidad y el respeto de las normas con un sistema único? ¿Cómo recoger las basuras a tiempo si el ciudadano no sabe botar basuras? Son dos cosas elementales: Botar bien la basura y manejar bien un vehículo, pero nosotros no hacemos ni lo uno ni lo otro. 

Por otro lado, el alumbrado público en toda la ciudad disminuye la incidencia de delitos “menores” y “mayores,” pero, ¿Y si se roban los bombillos y cables eléctricos? Por supuesto monitorear todo es un ideal, así como también lo es la calidad del agua, del aire, la limpieza a tiempo y permanente de los caños, generar “vías inteligentes,” salud oportuna y promover buenos hábitos y que el Estado tenga monitores de alerta temprana para impactar el bienestar colectivo. Pero, ¿Si lo básico no lo tenemos?
 
  
La educación ciudadana, mal llamada “cultura ciudadana.”

La cultura es un proceso socio-antropológico, la educación es saber convivir con las diferencias y con respeto entre unos y otros. No son ni las mayorías ni las minorías las que debemos tener privilegios, somos todos y todos bien educados.

En Cartagena, con estos niveles de pobreza, debemos trabajar más duro y parejo, en convergencia y sinergia para ir cerrando las brechas sin necesidad de sacrificar generaciones que han avanzado positivamente.

En fin, smart cities, smart citizens… podemos tener el mejor software, las mejores vías, pero si no tenemos los mejores ciudadanos, va a ser muy difícil conseguir ciudades inteligentes. Le apuesto a la educación.



1 comentario:

Danca dijo...

Que buen articulo. A veces lo sencillo y el tan nombrado sentido común, suelen ser lo más difícil de entender. Gracias por siempre remar hacia un mejor mundo.
Daniel Cabrales

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