Construir nunca destruir
“Si tuviésemos una varita mágica que hiciera que todas las personas se trataran siempre con respeto, dignidad y empatía, él mundo sería mucho mejor” Tim Cook
En estos días, algunos amigos que leen con cierta regularidad mi blog, aclaro que mis escritos por momentos pueden ser fuertes, pero nunca ofensivos. A cada uno les he ido contestado que, entre la locura del proselitismo nacional, y los escándalos de algunos alcaldes de ciudades muy representativas de nuestra nacionalidad han conseguido que las redes sociales se descarrilaran, haciendo perder valioso tiempo que pudiéramos estar usando para estudiar. Prefiero hacer una pausa.
Un principio que ha permitido que Colombia no haya tenido en casi 200 años golpes militares (3) y dictaduras, es por haber decidido construir sobre lo construido, me tomaría libros enteros explicar como desde principios del siglo 20 hasta nuestros días el país ha cambiado mucho para bien a pesar de los horrores de la guerra y las inequidades.
La
pobreza duele. Esa es la primera misión que debemos combatir, pero construyendo
no destruyendo. El orden hay que preservarlo, respetando las diferencias, pero
no atacando la formalidad con violencia. La libertad preservarla como tesoro
invaluable y no cotizable.
Invito en
estos momentos, bajar el tono y las recriminaciones como han hecho algunos partidarios
del CD contra su propio presidente, evitar las confrontaciones de novelón
barato y el chisme sin confirmar (“fake News”) creo que es lo mas inteligente.
Todos y cada uno tienen derecho a expresar sus ideas políticas y sus ambiciones
de gobernar el país con respeto y hechos no con fantasmas. Esa es democracia, la cual pende de un hilo en Colombia y
en el mundo.
Mi ciudad
nativa, Cartagena de Indias la heroica, adorada por todos, amada por pocos, pasa por una tormenta como pocas
veces. Donde el freno de las emociones y
el lenguaje bajero se está incrustando en las personas. Ayer noble, hoy
pendenciera.
Colombia, votemos bien y con calma; cartageneros, serenémonos y miremos por donde vamos y como le torcemos el pescuezo al deterioro en que estamos.
Construir no destruir.