Mentir es corrupcion


¿Quién niega la corrupción? Nadie.

Tristemente el país y nuestra ciudad están arrodillados ante el monstruo grande, el cáncer de la corrupción. Este mal es producto inicial de la abstención electoral y que cada uno de nosotros espera que venga alguien y corrija las cosas. Nos toca a todos denunciar y no aceptar que nos unten del delito. La corrupción visible parece ser la clase política, pero como una red compleja social, la corrupción invisible es mayúscula.

Ejemplo hoy, cuando el presidente Iván Duque dice que va a ampliar la base tributaria, inmediatamente todos comienzan en el mal uso de las redes sociales a tergiversar lo que dijo en campaña de lo que va a poner en práctica como presidente. Esto es una forma de corrupción, decir lo que no es, o sea, mentir.

Nadie ha dicho que van a apretar a la clase media.

Por el contrario, hay una gran masa crítica que vive en la informalidad (Más del 53% de la capacidad laboral de colombianos) que se rebuscan y no pagan impuestos. Pero si uno desglosa esta clase social y económica, muchísimas veces ganan más y bastante más con sus trabajos y disfrutan de los beneficios que le da el estado (Subsidios) sin pagar un peso al erario. ¿Se imaginan si a todo el que se le pague por su trabajo, este y el que paga declarase como estarían las finanzas de la nación? El que no declara su trabajo es corrupción.

Poner en orden la casa no significa ahorcar a una clase u otra.

No soy defensor de oficio de nadie, pero tengo claro mis capacidades adquiridas para leer bien los informes, para no dejar que la prensa tendenciosa o los aúlicos del desastre me dejen confundir. Iván Duque ya comenzó marcando territorio y está trabajando con su impronta, le guste o no a uno u otro bando; creo que va por el camino que es, gastándose su popularidad y eso debe ser así.

Una persona en estos días me dijo, estoy esperando que va a hacer el presidente en estos 4 años. Yo le contesté y tu ¿Qué vas a hacer? Me contestó, ¿Cómo así? Le dije mientras el presidente trabaja y busca llevar a nuestro país a buen rumbo ¿Tú que vas a hacer? ¿Cruzarte de brazos y esperar?

Por supuesto debemos ser críticos, nadie espera que las cosas se hagan de una buena vez y aceptar todo a pies juntos. De hecho, yo me aparté inmediatamente de la posición del presidente con respecto a la consulta anticorrupción por una sencilla razón: La corrupción es un delito y debe ser castigado. En lo personal me disculpan la arrogancia, pero me ofende tener que votar a favor de una consulta para castigar un delito. No tiene ni pies ni cabeza, este país está lleno de mucha emotividad. Lo que debemos exigir es que esos delitos, que están claros en nuestro orden constitucional, se castiguen, y hay muchas ías para eso.

El congreso que legisle, la justicia que imparta “justicia” y el ejecutivo que administre.

Los colombianos debemos estudiar la política, pilar de la democracia,  como obligación ciudadana para saber elegir a los buenos  y castigar a los malos, desde nuestro metro cuadrado trabajar y darlo todo para que el país crezca. Un mejor país para nuestros hijos y nietos, los de todos. ¿Cómo? Para mí no es complicado por ser cristiano, trato en la medida de mis conocimientos ayudar a la gente que necesita una orientación. Muchísimas veces metiéndome la mano en el bolsillo para ayudar sin que sea una limosna.

La deuda social es muy grande en Colombia y Suramérica, debemos trabajar para salir de las trampas de la pobreza.

Si lo hace bien Iván Duque ¿Qué importa que el próximo presidente sea de centro o de izquierda? Nadie puede darse el lujo de destruir lo bien construido, es como si el presidente hiciera tabula rasa del gobierno anterior. No, hay cosas por construir y otras seguir construyendo. Y si se equivoca en materia grande será sancionado en las urnas y por la historia.

Le apuesto al éxito del presidente.

El futuro es inédito, lo que no podemos es enfrascarnos en peleas intestinas en el presente y por lo menos dar un compás de espera, una luna de miel. 

Castiguemos la corrupción cada uno desde su metro cuadrado.



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