Orden

 “Si el enemigo lograba someter a Grecia, extinguiría para siempre su democracia y su forma de vida” El infinito en un Junco.  Irene Vallejo Pag 178

En este paraje del libro de Irene Vallejo, El infinito en un Junco, habla de la obra de Esquilo, Los Persas; Esquilo no trata a quienes estuvieron a punto de exterminar Grecia como enemigos ejes del mal ni como criminales natos. Los persas son visto con cierto ojo y sentimiento de misericordia. Sin burlas, sin odio, sin generalizar culpas (sic página 179 del libro en mención).

Las luchas y guerras que hemos vivido en Colombia desde tiempos inmemorables, todas han sido intestinas salvo la del Perú.

Nos matamos unos a otros, pero, nosotros mismos; nunca lo entenderé no por ignorante ante solicitudes por reivindicaciones legítimas de algunos grupos étnicos y otros grupos sociales que se han sentido marginado, si no porque es fratricidio. 

En la suma y resta de las cosas, hay dentro de nuestras limitaciones muchísimas conquistas ante tantas adversidades vividas. se ha construido sobre lo construido , tenemos lo que tenemos como país hecho a pulso. Tenemos instituciones que deben fortalecerse y quienes están invitados a hacerlos son los hombres y mujeres que las representan.  

Un país, que se corrompió en manera grande por tanto dinero venido del negocio ilegal; narcotráfico, contrabando y así un cumulo de generadores de violencia tiene que hacer su catarsis y por supuesto el castigo al infractor.

Hoy Colombia clama: orden. Por supuesto nadie está a favor de las agresiones de ninguna de las partes, de ninguna. Pero, la república, debemos defenderla entre todos, por imperfecta que sea la democracia es nuestra democracia.

Tenemos un presidente elegido legítimamente, para todos los colombianos y no es posible que por las vías de hecho teniendo elecciones cada 4 años queramos entorpecer su gobierno.

No lo han dejado respirar.

El reclamo es legal y comprensible cuando las cosas marchan mal, para eso tenemos un congreso y unas cortes. Ellas mismas deben deponer las animosidades y por supuesto cumplir la misión para la cual fueron elegidas.

Los ciudadanos necesitamos ver líderes, lideres positivos; aquellas mujeres, aquellos hombres que por vocación o por naturaleza tienen mejores condiciones que el común de nosotros para ejercer el liderazgo. Es en cierta forma un egoísmo de nosotros exigirle a uno cuantos, pero esa es la historia de la humanidad.  

Sobre los hombros de los grandes, reposa la tranquilidad de un pueblo.

No más incitaciones al caos. Dialogo y concertación es lo mínimo que exigimos para enrumbar a nuestro país, que ha sido víctima como todos los países del mundo de un pequeño virus que se diseminó y nos aturdió. Y, hoy mas que nunca nos necesitamos unos a otros, mas unos que otros. 

Orden, disciplina y coherencia para no perder la libertad.