Retrovisor


Retrovisor
Es casi imposible no opinar ni expresar la sensación que tenemos cada uno de los colombianos hoy.

Del paro 21N, noviembre 21 de 2019, es imposible sustraerse y hacerse el de la vista gorda.
Solo 14 meses de gobierno con muchas conquistas, una grande, el no negociar contra prebendas a nivel del congreso para sacar adelante sus propuestas. Pero aun así el país es sordo a pesar de que uno de los gritos mas grandes es combatir la corrupción. Se combate y no se apoya ¿contra sentido?

Pero como la autoevaluación es necesaria, he apoyado y sigo apoyando al presidente Ivan Duque, creo que es necesario hacer un alto en el camino y ver que pasó el este 21N.
El país cambió, el mundo cambió; son diferentes al que me tocó cuando crecí. 

A pesar de que el presidente ha estado dirigiendo su programa a los jóvenes, a los estudiantes, a las universidades, a preservar el ecosistema nacional, a ser incluyente y  muchas otras conquistas; el resentimiento de los perdedores han sabido utilizar audazmente un discurso incendiario basado en falacias. 
Han canalizado el inconformismo de las injusticias, producto de la impunidad y el narcotráfico, la cual es una herencia maldita, distorsionando las acciones de este gobierno que ha combatido estos tumores.

Desde el primer día, los áulicos del presidente y su mismo partido pidieron retrovisor; en lo personal nunca he creído que sea muy bueno hacer uso del espejo. Pero, la verdad tozuda, unida a la ignorancia más la amnesia, obligaba a mostrar cómo se encontró el país. 

En 14 meses, ¡14! no es posible secularizar el país. (uso la palabra secular en otro sentido diferente al religioso, es el cambio de valores civiles por otros de tipo iconoclastas).

Tengo esperanzas y también fe que el presidente Ivan Duque en estos momentos, en silencio, está pidiéndole a Dios mucho discernimientos. Y le pido a Dios (soy creyente) que lo ilumine y sepa escuchar las voces sinceras de personas que están por encima de todo bien y mal, para que tome las decisiones que Colombia necesita. 

En lo personal, no me gusta la represión, va en contra de mi forma de ser, prefiero la persuasión en las diferencias.
Cartagena, Colombia y cada rincón del país necesitan mano de obra, pues mano a la obra, construyamos y no destruyamos.



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