Silencio y soledad

Mi primera reflexión del 2019

Juan 14:1 “No se turbe tu corazón. Creéis en Dios: creed también en mi”

¿Como decir o que quiero decir sin caer en “clichés” ni mucho menos en lo farandulesco en un tema tan vital en el ser humano como es la espiritualidad? ¿Decir por ejemplo de quien es mi ídolo, personaje, paradigma u otro apelativo común y corriente para expresar que tengo como guía a la vida de Jesús en mi existencia?

Ser médico es igualmente un acto de fe que se alimenta de la ciencia y mi especialidad donde todo parece ser tangible, los misterios de Dios son eso: misterios. Tratar de explicar cada cosa de la vida solo con la razón y la exactitud no es posible. Ahora, explicar la fe bajo la óptica y la razón científica no es nada fácil. Por supuesto, no soy un estudioso de la Teología ni  de las diferentes religiones y mucho menos un científico de la fe. Lo que se, y eso me basta, que he sentido la compañía de Dios y la guía de Jesús en mi vida. Sin él la vida hubiera sido insoportable.

Leer la fuente, la Biblia, es espiritualidad pura y si no entendemos muchas cosas es casualmente porque los misterios no son dados a interpretar sino a aceptar. ¿es la fe ciega? Posiblemente, pero es la fe.

Llevo 35 años ejerciendo la medicina con amor; me ha dado muchas oportunidades de todo tipo para abrazar a mi prójimo, que es la máxima de Jesús. ¿Qué tengo todos los defectos como un ser humano común y corriente? Por supuesto. Los tengo, tanto las miserias como los errores; cosas buenas y virtudes también, le pido a él, a nuestro señor Jesús Cristo como hermano mayor que me de fuerzas para superar a cada instante, para superarlo todo e intentar ser una mejor persona.

Cada día al levantarme y al acostarme le doy gracias. Gracias por todo lo que he tenido hasta hoy. Todo lo bueno y lo malo que ha sucedido por algo ha sido.

En tiempos que todo parece un ¡Ya!, hay tiempo para una reflexión en silencio y soledad en la presencia de Dios.

Las noticias, los escándalos, los triunfos, las tristezas, las alegrías, todas ellas tienen la sazón de la vida, pero la fresa del postre es la buena nueva: Jesús.

Pues entonces, debo escoger un término para decir quien es mi ídolo: Jesús lo es.

Juan 14:6 “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va a el padre sino por mi”