Atila, el tractor

Por estos días, recordando la historia y utilizando la paronimia fonética de los Hunos, sería en número romano la letra I.

El rey  de los Hunos, Atila,  acostumbraba a decir “Yo soy el martillo del mundo… donde mi caballo pisa no crece hierba”. Pues bien, hoy el caballo es un tractor. Donde pasa destruye y no crece nada mas ni las esperanzas de salir del atolladero. ¿Qué tiene que ver la I? Es el parónimo de Hunos.

Pues bien, es la letra inicial de varias palabras que cada día salen a flote en Cartagena. Por ejemplo, el no ser capaz de desarrollar un programa de gobierno se podría resumir en Incapacidad.

El no tener las habilidades para armar equipos de trabajo e impartir autoridad sin salirse de casillas, puede ser Incompetencia.

La falta de una aptitud para desarrollar obras, orden, disciplina y generar un plan de gobierno construyendo sobre lo construido, corrigiendo lo que se hizo mal es Ineptitud.

No poder usar un lenguaje maduro y sin soeces, es Irrespeto. El ser elegido para administrar y no hacerlo es Irresponsabilidad.

El no escuchar las voces de quienes quieren lo mejor para la ciudad y solo escuchar aquellos que de una u otra forma creen que se benefician del “despelote” es Irracionalidad.

No, señores aquí todos estamos perdiendo. Pobres, medianamente menos pobres y escasos ricos.

Espero que no surja la Indignación.

Por último, espero la Inmensidad del aplomo y sensatez de convocar a todas las fuerzas, todas ellas, los que amamos a Cartagena.

No queremos un tractor, queremos un constructor.